Localidad: Manzanedo

Se halla Manzanedo en el encajado y agreste valle que conforma por estas tierras el río Ebro, dando lugar a un apiñado caserío donde la iglesia románica aún convive con buenos ejemplos de arquitectura popular. El templo ha sufrido notables alteraciones a lo largo de los siglos, especialmente en época tardogótica, cuando se remoza gran parte de la primitiva nave, y en siglos más modernos, cuando se añadió otra nave en el lado norte.

La pieza más notable del conjunto, y lo mejor conservado de época románica, es la cabecera, cuya sobriedad exterior no transmite la gracia arquitectónica y escultórica del interior, con los muros recorridos por una serie de arquillos de medio punto decorados con rosetas y motivos geométricos, y capiteles de fina labor vegetal. La portada, bajo la espadaña, preconiza ya la nueva estética gótica.